Hay infinitas maneras de entender el yoga, en el yoga no hay verdades absolutas sino sensibilidades diferentes para llegar a la misma experiencia de unidad que es el yoga
Juan Carlos Márquez
Juan Carlos Márquez, es todo un profesional que lleva más de 25 años trabajando e investigando sobre el universo y disciplina del yoga. Es realmente un experto en el arte de los masajes, la relajación y la meditación. Dentro de su perfil profesional se destaca por dictar clases a grupos de niños, personas mayores e incluso con reos de las prisiones. Aparte del gran corazón que posee, es aficionado a la música y a las artes, lo que le ha permitido trabajar con toda clase de artistas como bailarines, pintores y escritores.
El Yoga, el cuerpo que sonríe, es un libro muy bien trabajando, provisto de un estilo sano donde el sentido del humor y las ilustraciones de los ejercicios hacen que su contenido sea muy ameno de leer. El libro surgió de la mente de Juan Carlos Márquez como un deseo de responder y llegar al corazón de sus alumnos, tras colocarse en el lugar de ellos y comprender la dimensión de sus necesidades. Además, este autor contó con el apoyo de su amigo de la infancia José Mateo, quien aparte de poseer el título del Premio Nacional de Poesía, trabaja en una pequeña editorial, lo que favoreció el proceso de creación del libro.
En sus páginas, Juan Carlos describe que no toma las posturas y el estilo complicado de realizarlas como un asunto que merezca mayor atención, sino más bien, espera que el yoga se convierta en una experiencia donde exista una conexión entre la persona y su sensibilidad. Al mismo tiempo coloca dicha sensibilidad por encima de la filosofía y pensamiento que implique el vivir el yoga. De esta manera le da importancia a la respiración, la visualización y la relajación como métodos para llegar a una experiencia sublime y única.
Sin embargo, dicha sensibilidad debe ir acompañada de un ejercicio serio por parte de la persona para hacer que su cuerpo sonría, que se torne un canal de relajación y explotar al máximo la interioridad que reside en el ser humano. El yoga para este autor consiste en una constante práctica para ir formando el espíritu y el corazón en una vivencia permanente que cambie la vida. El yoga debe convertirse entonces en una metodología saludable para vivir el día a día.
Como dato interesante, Juan Carlos Márquez agrega que dicha práctica debe llevarse a nuestra vida como algo que se vive sin interrupciones. Esto quiere decir que si por ejemplo llega una fecha especial en el año donde tienes visita en tu casa y por condiciones del tiempo no puedes realizar los ejercicios básicos, entonces debes mantener una actitud de vida similar al descanso, la relajación y tranquilidad que has logrado adquirir con la rutina diaria. Por ejemplo, si te ves implicado en un debate sobre política o el pago de impuestos al gobierno, esto no debe ser una cuestión que incentive en tu cuerpo una preocupación o la necesidad de rebatir los puntos de vista de tus familiares: simplemente, estar en paz como lo has ido madurando con el yoga.
Justamente, entre otros de los contenidos, el libro reflexiona en cómo esta terapia debe ser estimulada con la música, además de conocimientos sobre el cuerpo mismo: saber sobre las articulaciones, el sistema nervioso y el proceso digestivo debe ayudarte enormemente a ser consciente de la naturaleza misma de tu cuerpo y como respetarlo para vivir al máximo con lo que nos ofrece en términos de salud y tranquilidad.
Con este modelo de pensamiento y estas perspectivas, lo que se busca es optimizar la vivencia misma del yoga, dejando por descontado todas las tendencias que existen sobre esta práctica para centrarse de manera objetiva en la experiencia, en refinar nuestra alma como una medicina para el espíritu y darle prioridad a la emoción misma. De esta manera, tenemos un libro de contenidos profesionales que llegan a nuestro corazón para cambiar nuestra perspectiva de vivir la experiencia del yoga.
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