El sector del yoga (parte II): Evolución y Futuro

En el anterior post que hemos publicado a cerca del la situación del sector del yoga, hablábamos del la situación y la evolución en la que está inmerso el sector. En este queremos exponer la situación actual de los profesionales y el futuro al que se enfrentan.

chica haciendo yoga con ordenador
Chica haciendo postura de yoga con ordenador. Vía Flickr

La realidad de los profesores de yoga

Presente del sector del yoga

La realidad a día de hoy en el mundo de la enseñanza del yoga es complicada. Aunque cada vez más y más personas practican yoga, cada vez es más difícil ganarse la vida con la enseñanza del yoga: los ingresos de profesores y estudios de yoga independientes ha comenzado declinar. La competencia en estos momentos es tan grande que los precios no han hecho si no bajar durante estos últimos años, mientras los costes en las ciudades, especialmente las más grandes, han permanecido igual o en muchos casos han subido.

Chicas en clase de yoga
Clase de yoga. Vía Flickr

¿Hay un exceso de profesores y centros de yoga?

Si hay tantos es seguramente porque cada vez más personas practicamos yoga. De algunos años a esta parte y quizá debido a que, muchos centros y estudios, han visto la gran demanda de clases por parte de cada vez más alumnos, han desarrollado cursos de formación para profesores.

Pero lo que en un principio les ha ayudado para obtener mayores ingresos, finalmente se ha convertido en un gran problema. Estas formaciones han generado una enorme oferta de profesores de yoga, llegando a una probable saturación en el mercado, lo que hace que los precios bajen y bajen. Según cifras de Yoga Alliance, en Estados Unidos había 818 escuelas de yoga registradas en 2008. Para el año 2012, el número aumentó a 2.500, en la actualidad existen ya más de 3.900. En esta parte del Atlántico estamos observando un fenómeno similar, que aún sin cuantificar hace que sea evidente que cada vez hay más escuelas, centros y profesores de yoga.

Esta nueva situación ha desembocado que para ganarse la vida, muchos profesores/as que no disponen de su propio centro se han de mover de estudio en estudio, sin parar, para acumular horas lo que en ocasiones lleva hasta dar hasta 20 clases a la semana, en diferentes lugares.

La situación empieza a ser familiar para muchos de ellos si quieren llegar a final de mes. Y es que este ritmo al que se ven sometidos las profesoras y profesores de yoga para ganarse la vida desgasta mucho, y en todos los sentidos. Y claro, a pesar de toda la práctica de yoga, los años pesan y la situación es especialmente dura para aquellos de mayor edad. El ir de estudio en estudio durante toda la semana se hace cada vez más difícil de mantener, ya que termina por afectar tu condición física en forma de lesiones, agotamiento mental incluso llegando a generar estrés y afectar en lo personal. Como consecuencia final muchos profesoras/es de yoga, como  parte más perjudicada con esta nueva situación están abandonando su profesión quemados con como está el patio.

fitness yoga
Chica haciendo fitness yoga. Vía Flickr

¿Cuáles son los problemas más habituales de un profesor/a de yoga?

Nos hemos hecho esta pregunta y tratamos de recopilar el mayor número de opiniones posibles a través de la encuesta sobre yoga que empezamos hace unos días y en la cual te invitamos a participar (solo por responder a unas pregunta puedes llevarte además una esterilla Widemat de tamaño XXL!) . Aunque nos gustaría contaros ya mismo los resultado de la encuesta no los tendremos hasta el mes de febrero, pero redactando el artículo en  El blog de Yoga hemos tirado de Whatsapp para que dos amigas y además profesoras de yoga y colaboradoras en este blog nos dieran su opinión personal, así que aquí las hemos reproducido:

 No voy a echar la culpa a la crisis pero la realidad es que cada vez es más difícil vivir enseñando yoga.

Igual que los futbolistas o los músicos, te puede apasionar tu afición pero de ahi a pasar a profesional va un mundo.

Pregunta y la mayoría de profesores de yoga tienen uno o dos trabajos más. A eso súmale a que cuantas más clases tengas, más boletos tienes de sufrir una lesión. ¡Vamos, que es un deporte de riesgo tipo alpinismo o salto base!

Si no tienes una lesión, tampoco el panorama es más halagüeño. Te acabas convirtiendo en un «robot flexible» dando una especie de clase de fitness con Oms intercalados.

¿Que por qué cada vez hay más profesionales? Por lo mismo que a los treintatantos te sigues levantado para jugar los domingos al futbol en la liga del barrio o te vas con tu grupo de rock indie del curro a tocar a un pueblo remoto de León donde no han oído nunca hablar de Arctic Monkeys. Menos mal que todavia la pasión mueve Tadasanas.

Paloma Guillén

Marta nos decía lo siguiente:

A parte de lo difícil que es ganarse la vida en esto, cuando el profe de yoga es el médico, vamos que se piensan que les vamos a curar toooooodos los males, además de tener a muchos alumnos y cada uno con sus patologías»

Si te toca continuar con el curso que ha empezado otro profesor… Entonces vienen las comparaciones, a mi no me molestan, pero me siento cuestionada en clase, el alumno está más pendiente cómo das la clase que de practicar…»

Vamos que como vemos los profesores de yoga se enfrentan a diferentes tipos de dificultades para desarrollar su carrera profesional, además de las económicas. 

Futuro en el sector del yoga

En este nuevo paradigma que se presenta en el sector de la enseñanza del yoga, muchos profesores ante esta nueva situación, y en vistas a los cambios que están aconteciendo, han visto la oportunidad más allá de las clases semanales en su estudio y han decidido realizar otras actividades como organizar retiros de yoga, o vacaciones con clases de yoga incluidas, charlas o lanzarse a escribir libros. Otras opciones son impartir clases personalizadas o especializarse en estilos de yoga menos habituales en su zona (o más novedosos o llamativos por ser el que practica tal o cual famoso) .

Otras opciones pasan por explorar otros mercados, y acercarse a otros alumnos por una vía diferente. Las vías de comunicación para llegar a estos nuevos alumnos son varias desde Facebook, Twitter, Instagram, blogs o bien a través de cupones descuentos en plataformas como Groupon. Esta es sin duda otra causa de las bajadas de precio generalizadas, ya que hay documentados casos de turistas yoguicos que van de centro en centro aprovechando el cupón de descuento o la clase gratuita de prueba.

Son conscientes que crecer en este entorno es lento y requiere de otros conocimientos pero saben igualmente que es la manera de seguir estando presente en el sector.

yoga online
Ejecutivo haciendo un ejercicio de yoga de ralajación por Internet

Otros profesionales sin embargo deciden combinar distintas disciplinas, combinando yoga junto a pilates o en el peor de los casos están desarrollando su propia metodología. No ayudan nada la irrupción de pseudo-yogas como el fitness-yoga, o directamente las clases que incorporan a la práctica tradicional del  hatha yoga, ejercicios de fitness, que de esta forma llegan a un público más amplio y menos ortodoxo que va buscando beneficios rápidos en su cuerpo físico: adelgazar, lucir abdominales o vaya usted a saber.

Están ampliando su «zona de trabajo» y a parte de impartir clases en centros, están colaborando en gimnasios y centros deportivos impartiendo estas nuevas disciplinas. Es adaptarte o morir como dicen algunos.

Conclusión de la situación actual del sector del yoga y su futuro más cercano

Como vemos cada vez más son las personas que comienzan a practicar esta maravillosa disciplina. Al mismo tiempo estamos aconteciendo a cambios de modelo de negocio en la industria del yoga, por un lado a través de la evolución de estilos hacia el fitness, donde se están incorporando nuevos agentes y actores al mercado, y por otra la expansión comercial a entornos digitales bien por cursos, promociones, etc.

Este nuevo ecosistema de la industria del yoga está provocando que muchos centros y profesores de yoga con enseñanza tradicional se vean cada vez con más dificultades para mantenerse, principalmente en grandes ciudades por la competencia existente y la bajada de ingresos. Esta situación está provocando que pocos a día de hoy se puedan mantener viviendo exclusivamente de esto y o bien se ven obligados a tener más de un trabajo o bien se exprimen dando un gran número de clases con el riesgo físico que eso conlleva. Para muchos profesores evolucionar como lo está haciendo el mercado no les convence, porque por un lado ven una «comercialización» del yoga y su filosofía que se aleja de la esencia misma de lo que es, y por otro valoran negativamente que para crecer y posicionarse en un entorno digital sea tan importante o más el dominio de la comunicación digital por encima incluso de las habilidades de enseñanza de cada uno. Muchos ante esta tesitura han optado por dejarlo, antes de convertirse en algo que no sienten y no se identifican.

Nos gustaría conocer tu opinión

El futuro ya está aquí, y en el sector del yoga también se está haciendo notar. ¿Que piensas de la práctica de yoga online? , ¿que problemas o ventajas crees que tiene que el yoga «esté de moda»?  ¿Crees que existe mucho intrusismo profesional?

Anímate y déjanos un comentario y acuérdate de que también puedes darnos tu opinión en la  encuesta sobre yoga en la que además puedes ganar una esterilla Widemat

1 comentario en “El sector del yoga (parte II): Evolución y Futuro”

  1. Pingback: El yoga, una disciplina que gana adeptos - Yo Soy Mujer

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