Creo que cuando nos iniciamos en el arte de la meditación, debemos comprender justamente eso, el arte de respirar que es el arte de la calma. Existen momentos en la vida que la solución, la decisión o la acción sobre una situación determinada no es posible. Por lo general, en esos instantes, los seres humanos tenemos la tendencia a irnos a experiencias pasadas o a imaginarnos situaciones futuras. En cualquiera de las dos situaciones, no estamos viviendo la realidad tal y como es, porque ésta no tiene lugar en lo que ya pasó o lo que no ha pasado. La realidad está en el aquí y el ahora. Contemplar la respiración es una manera de traernos a este momento, a la única realidad que existe, a la del momento presente. Es como si la respiración nos volviera a a anclar en la tierra del torbellino de pensamientos y elucubraciones en los que muchas veces estamos inmersos y que nos producen desasosiego, angustia o miedo, y que no son más que simples espejismos.
Lograr esto requiere de una disciplina de la mente, de una práctica regular de meditación. Todos podemos respirar, e incluso lo hacemos de manera mecánica. No obstante, el arte de Anapanasati consiste en respirar de manera consciente. Es justamente esta concentración, este anclaje, a partir del cual surge la calma.
A continuación, te dejo una guía básica de la meditación Shamatha Anapanasati
Puedes probar en grabar tu voz con las instrucciones, dejando una breve pausa entre párrafo y párrafo para empezar a asimilar la práctica. Si estás iniciándote en la meditación, prepárate para hacerlo entre cinco y diez minutos para no agotarte.
Hay diversas formas de iniciar y cultivar esta práctica; ésta es sólo una de ellas que te puede servir a modo de introducción. Conforme vayas avanzando, te darás cuenta que cada sesión es distinta y encontrarás una cualidad distinta de ir hacia dentro a través de tu respiración, una experiencia más vasta y más sutil.
Empecemos:
Respiro de forma normal y natural. No trato de alterar el ritmo de mi respiración.
Sin manipular la inhalación o la exhalación. No las hago más largas o cortas. No quiero igualar su duración. No deseo controlar mi respiración. Sólo la observo, la siento, la contemplo.
Tal y como es mi respiración. Tal y como es este momento. Me permito observar eso que es esencial en mí, que me dice que estoy vivo justo en este instante.
Dirijo mi atención al lugar en donde se percibe más mi respiración. Puede ser en mi abdomen, pecho, la punta de tu nariz, o en cualquier otro lugar.
Inhalo y soy consciente de que estoy inhalando.
Exhalo y me doy cuenta de que estoy exhalando.
Sostengo mi observación. Cada respiración es distinta así como cada instante es distinto.
Inhalo. Exhalo.
Puedo sentir el aire fresco cuando entra en mi cuerpo. Más cálido cuando sale de él.
Sólo siente el flujo de la respiración. Es como las olas en el mar. Cuando inhalo, la ola se forma. Cuando exhalo, la ola rompe.
Si me distraigo, no me juzgo. De manera gentil, regreso de nuevo mi atención a la respiración. La observo. La disfruto.
No hay otro lugar a donde ir. No hay otra cosa que hacer. Este momento lo estoy dedicando a percibir las distintas cualidades de mi respiración.
Sólo respiro. Una inhalación y una exhalación a la vez.
Agradece este instante que te has regalado para conocerte en esta actitud de observación.
¿Practicas algún tipo de meditación regularmente? Cuéntanoslo. Si te apetece compartirlo con otros lectores déjanos un comentario, y si te ha gustado el post compártelo con la gente que quieres a través de la barra de debajo : )
Muy interesante, fácil de realizar, es un ejercicio saludable y sus resultados positivos, me agradó bastante.
Me ha encantado la reflexión sobre la Generación Beat. ¡Vaya panda de adorables locos! A veces necesitas llegar hasta el extremo para volver a buscar tu centro.
Buenas días,
Lo que un artículo interesante! De todas formas sobre la atención y la respiración, sino también las historias contadas para ilustrar. Gracias por compartir.
Saludos cordiales,
Amalia
Gracias a ti por tu comentario Amalia 🙂 Feliz semana!
De hecho esa es la verdadera meditacion: solo respirar y no andar con tanto circo y show.
Buena meditación. Y lo más importante es que creo que está al alcance de todo el mundo.
llevo practicando yoga poco tiempo, pero me esta ayudando mucho en mi día a día.
Seguro que cada día te va mejor! Saludos Sonia